jueves 21 noviembre 2024

Resiliencia en la cadena de suministros; sustentabilidad de empresas, industrias y mercados

La Resiliencia o entereza. La capacidad para adaptarse levemente con resultados positivos frente a ‘situaciones adversas’. Sin embargo, el concepto ha experimentado cambios importantes desde comienzos de la década de los ’60 sobretodo en las industrias, empresas y mercados. La información de empresas e industrias y sus actores al 2020/2021 aquí.

La preocupación de una cercana devastación de la diversidad de los ecosistemas ha ocasionado que los consumidores demanden productos y servicios amigables con el medio ambiente, lo cual no solo tiene implicaciones para las empresas, productores o fabricantes, sino que también impacta de manera directa a las cadenas de suministro, para las cuales el concepto de sustentabilidad es aún difícil de precisar.

Para la cadena de suministro de empresas, industrias y mercado de las exportaciones es un tema delicado e intenso de tratar. A pesar que el Pacto Mundial de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), define el término de ‘Cadenas de Suministro Sostenibles’ como “la gestión de los impactos sociales y económicos, y el fomento de buenas prácticas de gobernanza a lo largo de los ciclos de vida de los bienes y servicios”.

En la aplicación existen diversas variantes a considerar. Entre ellas el tipo de empresas, sector o industria y geografía, así como políticas (internas, nacionales e internacionales), la tecnología y el financiamiento, por mencionar algunas. No obstante, hay tres aspectos en esa definición que deben ser considerados sin importar el tipo de cadena de suministro que se trate: sostenibilidad económica, que se traduce en rentabilidad para operar como negocio; social, que incluye prácticas laborales justas, seguras, equitativas; y ambiental, que refiere el uso responsable de recursos naturales y la disminución de generación de residuos y emisiones contaminantes.

Si bien, las cadenas de suministro han comenzado a implementar acciones que les permitirá alcanzar la sostenibilidad; de acuerdo con el estudio “Estado de las cadenas de suministros sostenibles 2020State of Supply Chain Sustainability 2020, la principal razón que motivó al 46% de las empresas encuestadas, fue la presión de las ONGs, medios de comunicación, inversores, asociaciones industriales, gobiernos, consumidores finales, compradores corporativos, comunidades locales y ejecutivos de empresas.

Esta investigación, realizada por el MIT Center for Transportation & Logistics y el Council of Supply Chain Management Professionals, también revela que hay un importante avance en cuanto a declarar públicamente metas de sostenibilidad, con 49% de los encuestados contra un 35% que no tiene objetivos en ese rubro a alcanzar.

La contingencia sanitaria ha representado un desafío, impulsado por los cambios abruptos que ha sufrido la manera de operar de las cadenas de suministro y los mercados, lo que podría suponer un desinterés por atender la sostenibilidad, pues ante la alerta de un rebrote y las últimas estimaciones del Fondo Monetario Internacional (FMI) de una contracción del PIB de -8.1% para este 2020, la atención y los esfuerzos se enfocan en la recuperación económica. Sumado a esto, los ciudadanos relajaron su preocupación por el cuidado al medio ambiente y aumentaron la demanda de plástico de un solo uso con fines farmacéuticos o médicos.

Ante este panorama, es momento de volver a direccionar los esfuerzos a las cadenas de suministro sostenibles, e incluso ver más allá y aprovechar esta disrupción como una oportunidad de reiniciar con mejores prácticas que no sólo respondan a esa legítima preocupación de los clientes y la sociedad; sino que realmente ayuden a evitar una crisis ambiental. Lo que significaría considerar y conceptualizar la sostenibilidad de las empresas como un elemento de resiliencia, que traerá consigo beneficios como la fidelización de nuestros clientes ante cadenas de suministro que valoren los impactos sociales y ambientales de manera más significativa.

El elemento central para lograr esta sostenibilidad -considero- es la tecnología; ya que, gracias a ella, es posible crear escenarios sobre los beneficios, impactos o desventajas de cambiar de proveedores, modificar los insumos de determinados productos, construir fábricas o CDs más sostenibles, así como mapear rutas de distribución que garanticen menos consumo de combustibles, o cambiar el modelo de consumo de energía de toda la flota. Ser responsables con el cuidado del planeta hoy no es una opción, no solo por la presión de la opinión pública, que cada vez incrementa; sino también, porque existe una preocupación legítima de los empresarios de no abonar a una crisis ambiental que, de acuerdo con los expertos, podría estar cerca si no promovemos acciones que generen un cambio real.

Fuente: https://www.directoriofruta.cl/resiliencia-en-la-cadena-de-suministro-de-la-fruta/

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