Mientras en Beijing se desata un ataque regulatorio contra las empresas de tecnología -de igual manera- se ofrece subsidios, protección y mandatos a los fabricantes y artesanos. China «debe acelerar la construcción de la economía digital, la sociedad digital y el gobierno digital, pero que se debe reconocer que la economía real es la base, y que las diversas industrias de la manufactura no pueden ser abandonadas”, asegura su presidente Xu Jinping.
Para los inversores occidentales, la represión regulatoria de China contra compañías top, tales como, Alibaba Group Holding Ltd., Tencent Holdings Ltd. y Didi Global Inc. debe parecer suicida. ¿Qué mejor manera de socavar el crecimiento que rotular a algunas de las empresas de tecnología más exitosas del mundo?
El presidente Xi Jinping rogaría discrepar. En su opinión, la tecnología viene en dos variedades: agradable de tener y necesita tener. Las redes sociales, el comercio electrónico y otras empresas de Internet de consumo son agradables de tener, pero en su opinión la grandeza nacional no depende de tener los mejores chats grupales del mundo o compartir viajes.
El país necesita semiconductores de última generación, baterías de automóviles eléctricos, aeronaves comerciales y equipos de telecomunicaciones para mantener la destreza manufacturera de China, evitar la desindustrialización y lograr la autonomía de los proveedores extranjeros, estima su presidente Xi Jinping.
El presidente Xi Jinping describió estas prioridades diferenciales en un discurso publicado por la revista del partido Qiushi, donde además reconoció que la economía en línea estaba floreciendo, y dijo que China «debe acelerar la construcción de la economía digital, la sociedad digital y el gobierno digital», según una traducción de investigadores afiliados a la Universidad de Georgetown. «Al mismo tiempo, hay que reconocer que la economía real es la base, y que las diversas industrias manufactureras no pueden ser abandonadas”.
Así que incluso mientras el Partido Comunista Chino desata un ataque regulatorio multifrontal contra las empresas de Internet de consumo, continúa ofreciendo subsidios, protección y mandatos de «compra chino» a los fabricantes.