El día mundial del Aperitivo se celebra el 19 de septiembre, y aunque tiene diferentes variantes -dependiendo del país del que se hable-, hay que distinguir el aperitivo como comida y como bebida, aunque a veces es mejor que vayan a la par.
El aperitivo, un ritual gastronómico extendido en las grandes ciudades del mundo, sobretodo por los habitantes de los países del sur de Europa, es el momento destinado a «abrir el apetito -en horas vespertinas- con tragos y picoteos». Todo un hábito social para compartir charlas con familia o amigos.
El Aperitivo tiene su origen en el latín “Aperire” -que significa abrir-, lo que se traduce en abrir boca antes de la comida o cena, y que ha ido evolucionando hasta el término que conocemos ahora. Cabe destacar que el vocablo engloba también los sinónimos de canapé, tapa, bocado, piscolabis, refrigerio y tentempié, entre otras en español.
Aunque existen muchas teorías sobre los orígenes del aperitivo, la que parece haber cobrado más fuerza se la debemos a Hipócrates, pionero de la medicina en la antigua Grecia, cuando fabricó una bebida allá por el siglo V antes de Cristo al mezclar vino con una planta aromática conocida como ajenjo y otras hierbas.
Mientras que el Aperitivo en bebida es con vino dulce, espirituoso, espumosos, o simplemente la variedad de tintos, incluye el Campari y el Jerez, además de licores amargos de hierbas. A estos tiempos la lista se la ido ampliando e incluye también destilados como el tequila o el mezcal, y también los cócteles de Aperol y/o, simplemente, una cerveza.
Fuente: https://forbescentroamerica.com/2023/09/17/gourmet-el-aperitivo-un-ritual-gastronomico-inalterable-desde-hace-siglos