viernes 22 noviembre 2024

El chocolate activa la molécula de la felicidad, mejora la creatividad y el enfoque de negocios

La mayoría de las personas no son conscientes del hecho que cualquier estado mental -de flujo o ataque de pánico- tiene ‘firmas bioquímicas’ y químicas cerebrales. Que además, tenemos moléculas circulando en el cerebro y la sangre en cualquiera de los estados mentales que experimentamos.

¿La parte más genial? Podemos modular esos químicos circulantes a través de la nutrición, el estilo de vida, el medio ambiente y el comportamiento. 

A nivel molecular, el estado de flujo tiene una firma expresada en cinco sustancias químicas cerebrales clave: Norepinefrina, Dopamina, Anandamida, Serotonina y Endorfinas. Cada vez que entramos en esta zona de magia, donde los momentos de revelaciones suceden a un ritmo mucho mayor, y donde el cerebro recibe una lluvia de estos químicos de flujo.

El chocolate es uno de los pocos alimentos que estimula los cinco químicos cerebrales del flujo. Tiene los componentes básicos para estos químicos, o hace que nuestro cerebro cree más de ellos debido a los cientos de fitoquímicos que contiene el chocolate.

O bien, que los compuestos del chocolate ayudan a que los químicos fluyan para permanecer en el cerebro por más tiempo: todas las vías de los efectos de aumento del flujo. que produce el chocolate aún no están claros.

El chocolate es una y básicamente la única -además de las trufas negras- de las fuentes más ricas de lo que los investigadores denominaron «molécula de la felicidad»: la Anandamida, lo que nuestro cerebro crea naturalmente cuando estamos en estados de flujo. 

Al comer chocolate en forma de barras de chocolate, chocolate caliente, cacao, etc., podemos aumentar intencionalmente los niveles de la Anandamia; esta molécula de felicidad. 

El chocolate también tiene compuestos que hacen que la felicidad dure más tiempo: la anandamida afecta nuestra memoria, el sueño, el apetito y los receptores del dolor, entre otros procesos importantes, pero no tiene una acción de «vida cerebral» larga; se disipa rápidamente.

Por cierto, la anandamida se une a los mismos receptores que los compuestos activos de la marihuana. Receptores que están presentes no solo en el cerebro sino en todo nuestro cuerpo y son parte del sistema endocannabinoide que reduce la ansiedad, ayuda a nuestro cuerpo y mente a lidiar con el estrés y produce sentimientos de felicidad y placer. 

Fuente: https://www.entrepreneur.com/article/424666

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