Es la evolución natural de los emprendedores. Si ya tienes un negocio propio, tu evolución se dará de manera orgánica. Sin embargo, hay que tener siempre presente que es un proceso rudo, hasta doloroso, que hay que saber soportar. Eso se, saca de tu cabeza la idea de que es un golpe de suerte.
En este proceso de evolución, ¿qué es lo más doloroso? Soportar la presión interna y externa. Cuando eres dueño de una empresa hay gente que depende de tu toma de decisiones y, muchas veces, éstas quedan condicionadas por factores externos que no dependen de ti. ¿Qué hacer frente a esta situación? Prepararte, capacitarte y observar lo que hace tu competencia. No hay descanso.
“A nivel personal, la presión es brutal porque te vuelves tu peor juez. Cuesta mucho aceptar que te equivocaste o que no tienes certezas, y eso te puede llevar a la derrota o a la renuncia. En este punto, hay que mantener la cabeza fría, ser justo con uno mismo y arriesgar aunque el miedo amenace con paralizarte”.
¿Y el error más común? No hacer nada. Cuando tengo la oportunidad de coachear o simplemente conversar con emprendedores, es muy común que estén esperando las condiciones idóneas para arrancar. Mi respuesta: ¡Olvídalo! Eso nunca va a pasar. Mucho menos en una economía en crecimiento como esta.
Si esperas a que todas las condiciones estén a favor de tu emprendimiento, mejor busca un empleo y ve a la segura. Pero si en verdad eres y tienes una personalidad emprendedora, sabrás buscar la ola que te lanzará al mercado que quieres conquistar sin importar las crisis o la volatilidad monetaria.
En el paso de emprendedor a empresario, ¿de dónde vienen las mayores lecciones? Del fracaso. Como emprendedores debemos arrancar de nuestro mindset la idea de que el fracaso es lo peor que nos puede suceder. Recuerdo la respuesta que dio un empresario exitoso ante la pregunta ¿Cómo lograste llegar al punto en el que todas tus decisiones son correctas?: “Tomando malas decisiones”. Es precisamente de los errores, del fracaso, de las malas decisiones de donde provienen las gran- des lecciones de vida y de negocios. El reto, sin duda, radica en comprender en dónde estuvo el error, ser indulgentes con nosotros mismos y trazar un plan que nos impida caer una y otra vez.
Ya diste el paso de emprendedor a empresario. En este nivel, ¿qué puede acabar con tu carrera?
La soberbia es la vнa más rápida para aniquilar una empresa. He visto a grandes empresarios perderlo todo no por una mala decisión sino porque creyeron que tenían el camino asegurado. Por eso, siempre advierto que la soberbia es un riesgo constante para cualquier organización. Mi consejo es permanecer en un estado de humildad y tener en cuenta que somos vulnerables. Hay que recordar que de todos podemos aprender, que no poseemos la verdad absoluta y que debemos estar alerta para detectar el peligro y las oportunidades de negocio.
Fuente: Extracto de la entrevista realizada a Pablo González Cid del Café Puntal del Cielo… https://www.entrepreneur.com/article/286406