De papel a digital. Aquellas monografías que no estén digitalizadas no son visibles, de alguna manera, no existen.
La transformación del papel a digital de las editoriales es urgente y necesaria. Desde hace mas de 20 años que el descubrimiento por parte del lector de no se produce para encontrar las obras impresas en el circuito de la librería, sino que se produce a partir de la consulta de los buscadores generalistas y académicos digitalizados.
Para revertir esta situación de decrecimiento en la circulación de la monografía impresa, hay que proponer alternativas de difusión a partir de la red que convivan y sean complementarias, no excluyentes, con la distribución en papel y con los sistemas propios y consolidados de las entidades editoras.
La labor editorial, una tarea compleja que va desde la revisión y la preparación de los originales, la producción propiamente dicha y la distribución, la difusión y la comercialización correctas y necesarias. En el caso de las ediciones digitales que, además de los conocimientos editoriales tradicionales requieren infraestructura (ordenadores y software) y técnicas (edición de metadatos y protocolos de interoperabilidad, pero también marketing digital) propios y exclusivos de la edición electrónica.
En el caso de la editorial digital, en efecto, se debe saber producir técnicamente libros digitales consultables en todo tipo de dispositivos electrónicos, buscables en todos los buscadores de información científica.
Se comentan así los formatos más comunes (PDF y ePUB) y otros de menor difusión, pero se mencionan de forma especial los lenguajes de marcado, con una preferencia para el XML, muy por delante del HTML, por sus cualidades, en especial por la estructura y recuperación que ofrecen la posibilidad de múltiples formatos derivados y garantizan una gran visibilidad al contenido.
Lo más importante: Hay que entender la naturaleza de los metadatos del libro electrónico, de su inclusión –más que necesaria– imprescindible. En toda la cadena de valor del libro, los metadatos son la herramienta que pondrá el producto en exposición, que lo hará buscable, que hará que sea descubierto por los lectores.
Los estándares de los metadatos, sin entrar en detalle, pueden ser de tipo comercial, como ONIX; temáticos, como THEMA; o generalistas en los protocolos de recogida de datos, como OAI PMH. Sin esta médula del libro electrónico, la obra no se conocerá, no se descubrirá.
Y si en el modelo impreso, las librerías y las bibliotecas son el punto final, en este nuevo escenario también entran buscadores generalistas y académicos, las bases de datos especializadas y las plataformas académicas.
Fuente: https://www.ub.edu/blokdebid/es/content/como-conducir-la-transformacion-digital-en-las-editoriales-academicas-iberoamericanas-una