A pesar de su popularidad, la experiencia y el juicio humano siguen siendo esenciales para aprovechar todo el potencial de la IA generativa.
Érase una vez, vivíamos en un mundo en el que poseer conocimiento era muy valorado, y las personas eran apreciadas por su sabiduría. Poco a poco, el enfoque cambió hacia aquellos que podían reunir a personas bien informadas.
La llegada de internet lo cambió todo. La información está al momento, y el arte de reunir grupos de expertos pronto fue reemplazado por la habilidad de elaborar una consulta bien formulada para un motor de búsqueda.
Hoy en día, la clave está en plantear la pregunta correcta, y -con ello- hemos vuelto a ser ‘sabios y versados’ en diferentes campos que son considerados extremadamente valiosos, y todo esto gracias a la Inteligencia Artificial.
En los últimos años -y en particular en los últimos meses-, la Inteligencia Artificial generativa (IA) ha recibido una atención significativa debido a su capacidad para crear texto, imágenes y varias formas de contenido creativo.
La IA generativa puede ser un activo invaluable para artistas, escritores y creadores de contenido. La IA generativa puede iniciar el proceso creativo y desencadenar conceptos innovadores ofreciendo indicaciones o produciendo ideas.
La IA generativa es tremendamente prometedora en numerosas aplicaciones, especialmente cuando se usa de manera juiciosa, con un gran enfoque en plantear preguntas bien estructuradas y emplear la lógica y el pensamiento crítico.
Es por ello que, es imperativo evaluar y validar a fondo las sugerencias generadas utilizando el juicio humano y el pensamiento crítico, ya que la IA generativa puede no ofrecer resultados precisos o óptimos de manera consistente.
Fuente: https://www.entrepreneur.com/science-technology/is-ai-draining-the-work-ethic-of-humanity-how-to-harness/452618