Todo lo bueno siempre algo no bueno trae consigo, por lo que dudas existenciales respecto al desarrollo de la IA son normales en el ser humano, como cuestionarse que la Inteligencia Artificial llegue a hacernos daño al volvernos demasiado inteligentes.
La reciente aprobación del Senado a la reforma constitucional que regula los “neuroderechos”, abre nuevamente el debate en cuanto a la implementación de la Inteligencia artificial en el día a día. Pero, ¿hasta dónde llegarán estás nuevas tecnologías, si son capaces hasta de insertar una idea en nuestra mente?
Para los especialistas la Inteligencia Artificial (AI) crece y continuará haciéndolo a pasos agigantados, así lo evidencia Global Data, advirtiendo que para este 2021 la industria TI tiene altas expectativas, con un crecimiento esperado de 8.7% en América Latina y un 5.5% en Chile.
Y es que esta tecnología presente en una infinidad de servicios o productos que consumimos, nos conduce a pensar que no hay vuelta atrás y que la recientemente aprobada Ley de “neuroderechos”, va en una línea que podría beneficiar directamente en masificar la información que hay en la ciudadanía respecto a esta materia.
En efecto, Chile es el primer país del mundo que regula este derecho, estableciendo la ‘subordinación’ de la ciencia y la tecnología frente a la integridad física y psíquica de las personas, resguardando especialmente, la actividad cerebral, así como la información proveniente de ella.
De acuerdo a la opinión de expertos, la AI (Inteligencia Artificial) no es como la pinta el cine con robots que se vuelven malvados, personas sometidas y dominadas por ellos, sin embargo, resulta casi natural cuestionarse ¿hasta dónde llegarán las máquinas?.
“La exploración y el uso de la inteligencia artificial deben estar respaldados por cimientos éticos y morales muy sólidos, que definan la lógica a seguir para alcanzar el bien que buscamos con esta tecnología. Haciéndonos cargo de la responsabilidad que implica la AI, podemos seguir ese camino de modernización y desarrollo”, explica Diego Stevens, experto en transformación digital y CEO de CleverIT.
Según Stevens, los peligros de la tecnología siempre pueden existir si es que su génesis tiene ese propósito, razón por la que destaca la importancia de resguardar la práctica relacionada a esta, regulando desde las instituciones y gobernabilidades respectivas. Además, advierte que “la tecnología debe ser un habilitador entre los desafíos y la realidad humana, por lo tanto, la ética que se debe tener al desarrollar AI, tiene que ser consciente de que no puede perseguir ideas no fundadas desde una necesidad personal”.
Fuente: OPINION . https://www.america-retail.com/opinion/diego-stevens-cuales-son-los-limites-en-el-uso-de-la-inteligencia-artificial/?utm_medium=email#