«Esta mañana, sobre la pista -del aeropuerto- en China, un pedido francés de respiradores mecánicos fue comprado por estadounidenses con efectivo, y el avión, que debía venir a Francia, partió directamente a Estados Unidos«. Renaud Muselier
Si un gobierno de América Latina quiere enviar un avión a China a recoger los insumos que ha comprado para combatir la pandemia de covid-19: ¿qué ruta debe tomar para que el cargamento llegue a su destino sin que otro Estado se lo embargue en el camino?
Puede parecer uno de esos escenarios imaginarios que se plantean en problemas matemáticos, pero es una pregunta real a la que se enfrenta un gobierno con el tema de los respiradores, en concreto, el de Chile. Las empresas pueden anunciarse aquí.
La emergencia sanitaria que se expande por el mundo ha convertido a productos como las mascarillas, los respiradores y los ventiladores mecánicos en bienes escasos y muy codiciados, y cada vez son más las autoridades que reportan haber sido víctimas de prácticas legales, aunque no muy decorosas, que han dejado a sus ciudadanos sin los artículos que necesitaban para poder afrontar la pandemia.
«Se estima que países desarrollados como EE.UU. solo tienen reservas de entre 40 y 45 millones de mascarillas, lo que apenas supone entre el 1% y el 1,5% de la demanda total. La situación es peor en los países europeos y las economías en desarrollo», aseguran desde Meticolous Research.
En Francia, se habla de una «guerra de las mascarillas», después de que se diera a conocer la noticia de que tres gobiernos regionales habían perdido pedidos ante compradores estadounidenses que ofrecieron pagar más y en efectivo.
«Esta mañana, sobre la pista [de aeropuerto] en China, un pedido francés fue comprado por estadounidenses con efectivo, y el avión, que debía venir a Francia, partió directamente a Estados Unidos», denunció Renaud Muselier, presidente de la región Provenza-Alpes-Costa Azul, en el periódico Russia Today.
Algo muy similar ocurrió días después. Surgía una denuncia similar en Alemania y esta vez, apuntaba explícitamente al gobierno de EE.UU. Las autoridades del país europeo acusaron en un principio a Washington de «confiscar» en Tailandia un cargamento de 200.000 mascarillas comprado para la policía de Berlín.
«Consideramos que esto es un acto de piratería moderna. No se trata así a socios transatlánticos», dijo el ministro del Interior alemán, Andreas Geisel. «Incluso en tiempos de crisis global, no debería haber métodos del salvaje oeste. Insto al gobierno federal de Estados Unidos a cumplir con las normas internacionales».
La pandemia del covid-19 ha disparado la demanda de insumos y el 85% de hospitales a nivel mundial están teniendo problemas de abastecimiento, según reportó a BBC Mundo la compañía de estudios de mercado Meticoulous Research, con sede en India.
Por su parte, voceros de la Casa Blanca rechazan que su país esté confiscando material fuera de su territorio ni entorpeciendo este tipo de operaciones.
Si países ricos como Francia y Alemania están teniendo problemas para adquirir insumos, ¿qué pueden esperar los países latinoamericanos?
La pandemia del covid-19 ha revolucionado la economía actual, ha alterado la globalización y revolucionado el libre mercado, donde grandes países productores de equipos de protección individual (EPI) -como mascarillas y batas- han prohibido las exportaciones en un intento de abastecer a sus propios hospitales. Entre estos, están India, Turquía y los Estados Unidos.
Hasta el gigante económico de Brasil está teniendo problemas. La semana pasada, su gobierno «perdió» un pedido de productos médicos que había encargado a China. El vendedor, según informó el periódico brasileño O Globo, prefirió priorizar a EE.UU. por encima de Brasil, Francia y Canadá después de que los estadounidenses hicieran una adquisición mucho más grande.
Fuente: BBC.com